Apagón total en La Habana tras volver a fallar el sistema eléctrico la pasada noche
Internacional
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha explicado en un encuentro con trabajadores del sector energético que la crisis fue causada por problemas objetivos con el combustible, la financiación y la capacidad de generación eléctrica, aunque reconoció que muchos atribuyeron la mala gestión a la causa.
Los habitantes de la capital de Cuba, donde el colapso del sistema eléctrico nacional ha dejado a millones de personas sin electricidad, están preocupados por la situación, a la que se suma la escasez de combustible para generadores y cocinas, informó un corresponsal de la agencia oficial de noticias rusa Sputnik.
"Nunca nos habíamos encontrado con una situación así. Es difícil de describir después de tantas horas sin electricidad. Además, hay una crisis de gas licuado, no hay forma de cocinar alimentos, además del calor, los mosquitos y la falta de comunicación. En general, todo es muy difícil", dijo a Sputnik un residente del municipio habanero de Playa
La primera preocupación de la mayoría de las familias cubanas eran los refrigeradores que no funcionaban y que contenían alimentos caros y escasos, que además no se podían cocinar sin gas ni electricidad. En muchos casos, la población ha comenzado a utilizar carbón y leña para cocinar en hornillos improvisados.
"No hay mucho en el refrigerador, pero creo que mañana se habrá derretido todo y se habrá echado a perder", dijo a Sputnik Daniel, un funcionario de Santa Clara
Los cubanos con mayores ingresos, así como algunas empresas, recurren ahora al uso de ventiladores y lámparas con baterías, generadores diésel y paneles fotovoltaicos, cada uno de los cuales cuesta varias veces el salario medio cubano.
"Estamos abiertos porque tenemos una pequeña planta eléctrica que mantiene funcionando al menos la cocina y los refrigeradores, aunque no sabemos cuánto tiempo podremos operar así porque las gasolineras están cerradas y casi nos quedamos sin combustible", dijo a la agencia Jaime Díaz, propietario de un pequeño restaurante privado en La Habana
Horas antes del apagón total, el primer ministro cubano, Manuel Marrero, informó en televisión sobre el estado del sistema eléctrico, que calificó de "emergencia energética". En medio de los constantes cortes de electricidad, anunció la suspensión temporal de los servicios gubernamentales no esenciales y del funcionamiento de varios comercios.
En algunas comunidades fuera de La Habana, el suministro eléctrico estaba disponible entre cuatro y seis horas diarias antes del colapso total del sistema, pero debido al deterioro de la situación del combustible, la duración de los cortes se ha incrementado en la capital.
"Estoy desesperada, mi esposo y yo tenemos más de 80 años, vivimos en un quinto piso, no podemos usar el ascensor, no podemos cocinar porque no tenemos gas y esto lleva ya muchas horas. No sé si encomendar mi alma a Dios o al diablo", dice Teresa García, una anciana residente en el municipio Plaza de La Habana