Puede que termine aficionándome al deporte porque he visto que en las Olimpiadas de París se han practicado algunas disciplinas chorras que yo domino. Puede que, al final, la Historia me haga justicia y que el Comité Olímpico Internacional se dé cuenta del gran atleta que se ha perdido la Humanidad.
Miren eso del baloncesto 3x3, que es lo que todos hemos hecho de niños porque nadie disponía de una docena de amigos para organizar un partidillo en la calle, y se hacía con los que uno tenía a mano; a veces hasta había que tirar del hermano pequeño de alguno que, al final, estorbaba más de lo que ayudaba, y cuando recibía un balonazo salían corriendo entre lágrimas hacia su casa llamando a su madre. No tenían espíritu de equipo.
Además, el nombre de esta disciplina olímpica está equivocado porque a este deporte juegan 3 contra 3, mientras 3x3 son 9. Y esto es porque los que le pusieron el nombre no saben ni contar, ya les dije que era un deporte para gente de la calle, esos que cuando llegan a la adolescencia trapichean y, con la mayoría de edad, terminan abatidos por la Policía Nacional cuando intentan atracar una farmacia. Grandes atletas todos ellos.
Después está lo de hacer el ganso con la bici hasta que logras partirte los morros, que ahora se llama BMX freestyle. Es lo que tu madre llamaba “hacer el tonto con la bici” y te castigaba por haberte roto los pantalones en la caída. Pues ahora te dan una medalla por hacer cosas con la bici que no sirven para nada. De haber sido así en mi niñez, varias preseas colgarían hoy de mi cuello.
Y de lo del patinete, qué me cuentan, que nos pasábamos el día tirándonos por esas cuestas a pecho descubierto para terminar estampándote contra el muro del final de la calle. Es verdad que luego te sentías vencedor con los aplausos del dentista cuando tus padres te llevaban para ver qué se podía hacer con los piños que te habías dejado por ahí. Pues ahora no se llama hacer el cafre con el patinete sino Skateboarding y el terreno de juego reproduce numerosos obstáculos urbanos para poder escoñarte olímpicamente.
Luego estaba lo de tirarte en el sofá delante de la tele con el sano propósito de no darle un palo al agua, disciplina que todavía practico con espartano rigor. Que aún hoy, tras varias horas de dedicada holgazanería, uno no sabe como ponerse y terminas haciendo posturas imposibles sumido en una indolente somnolencia. Pues ahora ya no es hacer el vago sino que es breakdance, otro deporte olímpico que te permitirá terminar en el traumatólogo con un montón de lesiones. Lo sé porque a mí me paso varias veces, que terminaba con agujetas y hasta esguinces en el pulgar de tanto apretar el mando a distancia de la tele.
Finalmente, como es de justicia, las madres también tienen su reconocimiento ahora como atletas, con una nueva disciplina olímpica que se llama "escalada deportiva", que es lo que de toda la vida se ha llamado subirse por las paredes, que era lo que mi mamá hacía cada vez que le traía las notas. Y les digo una cosa, las madres de antes practicaban este deporte sin cuerda de seguridad, sin leggings, pegando gritos y lanzándote la zapatilla con certera precisión. Y eso yo no le visto en París.
Ratio: 5 / 5
Votos totales: 2
Comentarios potenciados por CComment