Continúa el sigiloso plan municipal de deforestación

El Ayuntamiento continúa con su sigilosa tala de árboles de gran porte en el centro de la ciudad sin que ni la oposición ni los grupos que antaño se opusieron a lo que parece un plan de deforestación municipal hagan nada ni para impedirlo ni para preguntar el por qué.

A los árboles de gran porte, y a algunos que ni tan siquiera lo son, que aún quedan en la avenida del Mercado les sigue tocando morir.

Esta semana el Ayuntamiento, muy a primera hora de la mañana, bien por evitar testigos o por despertar a los vecinos con las motosierras, ha continuado con la extinción de la vida vegetal en esta arteria del municipio, talando varios ejemplares de árboles de gran diámetro sin haber informado previamente del motivo y sin que los partidos de la oposición, que parecen estar durmiendo el sueño de los justos, hayan alzado la voz lo más mínimo.

El motivo de estas constantes talas de los pocos árboles de gran tamaño que quedan en el centro de Marbella sigue siendo un misterio del que solo parecen sacar partido las empresas en beneficio de las cuales el Ayuntamiento ha privatizado los servicios públicos que precisan utilizar tuberías y canalizaciones subterráneas para los que, según confirmaron meses atrás fuentes de Hidralia, los árboles grandes de raíces profundas representan un problema logístico pues afectan a las tuberías. Talar los árboles resulta más barato para estas empresas que reforzar esas tuberías. No parece casualidad que los árboles talados estén siendo sustituidos con sorprendente celeridad por arbustos de escaso tamaño y raíces poco profundas.

Y aunque no es ningún secreto que el Ayuntamiento lleva muchos meses, sin dar explicación alguna, de forma soterrada y casi en secreto, talando árboles de gran tamaño, sí sorprende el silencio de los partidos de la oposición y de aquellos colectivos ciudadanos que años atrás se mostraron muy activos intentando impedir, sin éxito, actuaciones similares en calles como Notario Luis Oliver o en la Avenida del Trapiche.

El resultado es que la dos terceras partes de la bóveda verde que cubría en verano la Avenida del Mercado ha desparecido y quienes tengan que subir en agosto esa calle en pronunciada cuesta lo harán a una temperatura hasta diez grados superior a la que tenía el pasado año.

Aún quedan algunos árboles en esa avenida pero todo apunta a que no llegarán vivos al próximo verano, para satisfacción de las empresas concesionarias, que podrán abaratar sus costes de instalación subterránea sin que, por supuesto, esta pérdida patrimonial para la ciudad repercuta en el recibo que los ciudadanos pagan por esos servicios.

por Fernando Madariaga