Todos saben que Alemania terminará cediendo a la entrega de los Leopard 2, pero quiere distribuir la responsabilidad de su decisión.
Históricamente, a las guerras les pasa siempre lo mismo: apetecer no apetece, pero si hay que ir, se va. Lo que no es de recibo es pretender combatir sin combatir, disparar sin que te disparen, atacar sin que te ataquen y, sobre todo, pretender matar sin estar dispuesto a morir. A eso estamos jugando hoy los europeos.
Por el lado de la Unión Europea y de la OTAN, no queremos dar paso alguno en relación al apoyo a Ucrania frente a la invasión de Rusia sin contar con la explícita asunción de responsabilidad por parte de los Estados Unidos. La insistencia de todos los líderes europeos sobre la inquebrantable unidad frente a la “ilegal invasión de Ucrania y a la guerra de Putin” -y mira que lo repiten los muy coñazos- es una gilipollez infantil.
Aquí de lo que se trata es de caminar todos unidos protegidos por el “gran hermano” norteamericano porque, en definitiva, Europa seguimos siendo Europa, una panda de pusilánimes acomodados que no estamos dispuestos a sacrificar nuestra calidad de vida por la desgracia de un tercero. Siempre hemos sido así, siempre hemos actuado así, incluso cuando el tercero formaba parte de este fraude de Europa.
Y si los ciudadanos ya somos egoístas e insolidarios, qué podemos decir de nuestros parasitarios europolíticos, una oligarquía privilegiada que no está dispuesta a salir de la carísima zona de confort que le proporcionan nuestros impuestos.
No es que Alemania no quiera entregar sus carros de combate- que no tanques- Leopard 2 a Ucrania, es que quiere hacerlo sin asumir ninguna responsabilidad, sin que nada salpique al Gobierno Scholz y, por supuesto, aún menos al votante. Quizá pretenda que se los compre Estados Unidos para luego entregarlos al Ejército ucraniano y así quedar libre de responsabilidad para poder seguir comprándole el gas a Rusia cuando termine la guerra.
Personalmente, ratifico mi posición inicial, expresada en este mismo espacio cuando comenzó la invasión, de que Ucrania debería haberse rendido y luego comenzar una larga guerra de guerrillas y hostigamiento que minara la opinión pública rusa. Sé que el resultado sería a más largo plazo, pero creo que el número de víctimas habría sido sustancialmente inferior.
Bien, ya que hemos optado por hacerlo a las malas, hagámoslo a las malas. Sin consideraciones y sin límites. Si Kiev necesita carros de combate, démosle los que precise, si necesita armas de mayor alcance, entregémosle lo que necesite. Si Rusia bombardea instalaciones civiles e infraestructuras en Ucrania, dotemos a Ucrania con lo medios militares necesarios para hacer lo mismo. Quizá cuando Putin vea caer misiles sobre Moscú se replantee algunas cosas.
Por supuesto, con nuestra proverbial cobardía europea, lo que tememos es que Putin se "enfade" y utilice su arsenal nuclear, algo que no va a hacer a pesar de los miedos europeos.
No obstante, si lo hiciese, tendríamos que asumirlo porque lo que no es viable, como pretendemos, es ganar una guerra sin pelear en ella.
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