Herramientas de Accesibilidad

Skip to main content
Por Fin
Lunes, 11 de Marzo de 2024
Por Fernando Madariaga

Desde primera hora de la mañana las televisiones nacionales llevan con lo del 20 aniversario del 11-M, mostrando en directo, y luego en diferido de forma reiterada, los múltiples actos que se celebran en recuerdo a las víctimas, mientras todos los reporteros que cuentan con un micro relatan con ensayada solemnidad lo que todos sabemos desde hace 20 años. Lo que seguimos sin saber es la verdad.

Personalmente considero una falta de respeto hacia todas esas víctimas que las autoridades homenajean con tan sobreactuada artificiosidad, que se las pretenda convencer de que la panda esa de desarrapados a los que han colgado el mochuelo sean los principales y únicos autores de la colocación de las bombas en los trenes.

La versión oficial tiene menos sustento que la del 11-S, y la insistencia de nuestros gobiernos -tanto del PP como del PSOE- en querer hacernos creer que los yihadistas juzgados o que se inmolaron un par de días después, son los únicos culpables de los atentados, huele a distancia.

Sobre todo porque un atentado de esas características, con esa precisión y coordinación, no lo comete cualquiera. No sin adiestramiento, probablemente militar, y sin una preparación previa que duraría meses.

Me cuesta creer, mucho por cierto, que pueda realizarse un atentado de esa magnitud sin el apoyo de un Estado. Tampoco conozco ninguna organización yihadista capaz de algo así, salvo que cuente, precisamente, con la logística y la preparación proporcionada por un país extranjero a aquel en el que atenta. Hamás o Hezbolláh no serían ni sombra de lo que son sino fuera por el descarado apoyo de Irán.

Por otro lado, no recuerdo que nadie reivindicase los atentados cuando todos los grupos terroristas siempre se jactan de las barbaridades que hacen, sobre todo los yihadistas que suelen ser tan chapuceros como bocazas.

No discuto que los condenados fueran los autores materiales de la colocación de las bombas en los trenes pero, desde luego, no son los autores intelectuales del atentado.

Hoy, cuando se cumplen los 20 años del 11-M, la mayor parte de aquellos 18 condenados están en la calle. Nueve de ellos han sido expulsados a Marruecos y, según leo, solo tres siguen en prisión.

No sé si son todos los que están, pero tengo el convencimiento de que no están todos los que son, y de que el que falta no se encuentra en las montañas afganas de Tora Bora, sino que tiene bandera, himno y puesto en las Naciones Unidas.

Espero que en el futuro, en algún momento, nos toque un gobernante decente que le cuente la verdad a las víctimas y a los familiares de los fallecidos. Y eso sí sería por respeto.


Comentarios potenciados por CComment