Personalmente, pienso que Pedro Sánchez se equivoca a la hora de negociar con los independentistas catalanes y vascos. Para mí, que soy un gran demócrata, que le falta comprensión frente a las demandas que le reclaman más libertad, hipotecas a tipo variable y plátanos para todos.
Porque los que entendemos de política sabemos que ningún gran demócrata se sienta en una mesa de negociación sin contar con el respaldo de la División Mecanizada Brunete Nº1. Si Puigdemont y Aragonés quieren independencia, pues se la damos. Si bien, advirtiéndoles de que tienen que sacar del cajero automático doscientos eurillos para financiar los gastos de la negociación. Es ahí donde entra la Brunete y alguna Bandera del Tercio, les invadimos, sometemos por la fuerza, reprimimos con una crueldad gratuita y nos quedamos con los doscientos euros de cada líder independentista. Y son un puñaíllo, así que nos sacamos para las cañas, las aceitunas y yo creo que da hasta para gambas de Huelva. Con tanto listo que hay, esta estrategia de negociación no se le ha ocurrido a nadie.
Sé que alguno puede pensar que lo democrático sería dialogar y negociar, pero de ese modo jamás lograríamos que un independentista nos invitara ni a un vaso de agua, y encima catalán. Fijo que antes me encuentro al Papa Francisco poniendo copas en Banús. Además lo del diálogo es asaz aburrido. Consiste en convencer a la otra parte de lo que tú piensas a base de hablar. Un coñazo, te pasas un montón de tiempo hablando para que luego el otro diga que no está de acuerdo. Y lo digo por experiencia, que una vez conocí a una valkiria nórdica de larga cabellera rubia a la que intenté convencer durante casi una hora de que durmiera en mi casa para protegerla de malhechores y rufianes de la noche, y solo me contestó "yo guiri, yo no entiende". Independentista, antidemócrata y negacionista, lo sé.
En fin, que lo del diálogo está muy bien cuando terminas imponiendo tu criterio utilizando la violencia, si es apoyada por carros de combate alemanes como los Leopard, más elegante y mejor, porque no es lo mismo llegar al beach club conduciendo un Mercedes que un Seat Ibiza.
Siempre se dice que cuando eres un demócrata tienes que saber escuchar. Pero nadie ha dicho nada de no terminar imponiendo tu voluntad por la fuerza. El único que ha entendido el mensaje es Pedro Sánchez, que pierde las elecciones y le perdona la vida a los que las han ganado. Para mí que Peter se me está ablandando.
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