Me explico. Si el partido más votado y ganador de las elecciones de ayer no puede gobernar porque no tiene apoyos suficientes y todo indica que es el segundo partido más votado el que podrá hacerlo, está claro que nuestro sistema electoral funciona bajo el principio de que gana quien menos votos tenga. En ese caso, como yo no me presentado a las elecciones y nadie me ha votado, sin duda habré ido más allá de la mayoría absoluta.

Creo que con tan poco apoyo, más que presidente deberían nombrarme caudillo por lo menos, de hecho hubo otro antes que yo que también logró una mayoría arrolladora sin necesidad de fastidiarle a nadie las vacaciones haciéndole ir a votar en julio. Una vulgaridad.

Y yo no soy como los secesionistas esos, que cuando les llame Pedro Sánchez van a empezar a pedir referéndums, independencia y un país propio. Porque se equivocan, que luego haces un referéndum y la gente elige lo que quiere, cuando un referéndum se convoca para que lo gane el que lo organiza. Si te gusta perder, te vas al banco y le pides una hipoteca, no organizas un referéndum. Qué bobada.

Y lo peor que te puede pasar encima es ganar el dichoso referéndum y que la gente diga que quiere la independencia, y tu nuevo país nace con una ciudadanía de listillos que ya se han aprendido lo de que "más vale de pedí que de robá", y to el día: "presidente Milton ahora quiero esto, ahora quiero lo otro y un referéndum para elegir qué serie vemos de Nisflis, que si vacaciones en la playa o en la montaña" y cosas así. Un coñazo, de verdad.

Eso pasa siempre con los pueblos resabiaos, que ya te ponen mala cara cuando intentas someterlos y reprimirlos de forma tiránica. Lo que a su vez me impediría, como legítimo perdedor de las elecciones, cumplir con mis obligaciones de invicto caudillo.