Como estoy viendo que los grandes medios de comunicación no están informando correctamente sobre el proceso de votación que se está celebrando hoy, de nuevo, en este espacio de veracidad, sabiduría y objetividad, les daré unas sencillas directrices para ejercer su derecho al voto sin hacerse daño.
En primer lugar deben saber que el término votante procede de botante, que es como durante la Transición se denominaba a quienes iban dando botecitos a ejercer su deber ciudadano, se trataba de un ejercicio democrático a lo Chiquito de La Calzada.
Otro concepto importante que deben conocer es el de la abstención. Esta interesante figura se produce cuando el votante se queda en casa y no ejerce su derecho de sufragio. ¿Y por qué hace esto? Obvio, porque no bebe, por eso se le denomina abstemio. Y claro para qué va ir nadie a votar si luego no te tomas las cañitas con la pandilla para polemizar sobre el resultado electoral. Para eso se queda uno en su casa tan ricamente.
Después tenemos al siempre enervante votante indeciso, que es ese que llega al colegio electoral y echa un ratillo mirando las papeletas a ver qué color le gusta más. Después, cuando ya lo ha decidido, coloca el sobre en la ranura de la urna y, antes de soltarlo, le pregunta a todos los compromisarios de la mesa electoral qué han votado ellos para saber si se equivoca.
Finalmente, cuando ya ha provocado un atasco de votantes como si fuera hora punta, suelta la papeleta que cae hasta reposar entre los demás votos de la urna, que es cuando dice que se lo ha pensado mejor y que le devuelvan su voto porque prefiere la papeleta amarilla. Instantes después, el presidente de la mesa electoral será reducido por la fuerza pública mientras intenta estrangular al indeciso.
Finalmente está el votante nulo, que es el que, en vez de la papeleta, mete en el sobre cientos de trozos de papel con su nombre, un calendario guarro, un billete de cinco euros y un posavasos usado por si los de la mesa quieren tomarse algo.
Evidentemente, todo con la intención de amañar el resultado electoral para alcanzar el poder de modo antidemocrático. Lo bueno de ser un votante nulo es que si te trinca la Guardia Civil por violar la Ley Electoral puedes justificarte diciendo que para esas cosas de las elecciones y para la cocina, eres nulo.
Personalmente estoy convencido de que Pedro Sánchez accedió a la Presidencia utilizando este subterfugio u otro similar porque seguro que de cocinar sabe lo mismo que de gobernar.
Finalmente está el voto a la melillense, que es online porque hay que depositarlo en Wallapop a cambio de un precio cierto en euros. Y no se crean eso que dicen de que no está bien porque elimina la libertad ideológica. Falso, cualquiera ideológicamente sano y libre elige la pasta primero, sino para qué iba alguien a perder el tiempo con la política.
¡Ah! sean listos, no tiren ni el sobre ni las papeletas restantes, cuando llegue la Navidad las puedes usar para enviarle chirstmas a los amiguetes sin gastarte un duro. Y es reciclaje democrático navideño, que eso es muy políticamente correcto.
Espero haberles ayudado porque para votar hay que saber.
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