Pues no he dicho nada antes por no molestar y porque nadie piense que no soy políticamente correcto, o peor, que no soy un gran demócrata, pero admito que a los Reyes Magos lo primero que les he pedido ha sido carbón. Sé que el carbón tiene muy mala prensa, pero es injusta.
Es verdad que es supercontaminante y que, además, su uso incontrolado fastidia la Agenda 2030 pero, seamos sinceros, ¿quién usa ya las agendas? Y lo que es más importante ¿quién quiere hacerse un chuletón en la barbacoa con energía eólica? Además, las barbacoas son muy igualitarias y antirracistas porque cuando yo termino de cocinar con carbón, parece que me acabo de bajar de la patera y eso, amigos míos, es muy progresista.
Además, la barbacoa es hogar de machotes; cuando te descuidas un momento y achicharras el choricillo criollo, uno se siente como Rambo con el lanzallamas en happy hour. Huele a victoria. Maldito Vietcong.
Y precisamente este razonamiento aplastantemente lógico me condujo a una decisión importante. Fue por eso por lo que, en la carta que dejé a los Magos de Oriente sobre la mesa junto a los polvorones y el anís, también les pedí que dejaran copia fehaciente de sus visados y/o permisos de residencia oficialmente compulsados.
Ya saben lo que pasa en estas fechas, que llegan a la frontera con los camellos y los guardias civiles, movidos por el espíritu navideño, se relajan y dejan pasar a casi cualquiera que parezca contratado para currar en una cabalgata. De hecho para mí que se nos cuelan tantos yihadistas porque vienen vestidos de Reyes Magos. Ese es el problema de los fijos discontinuos de Yolanda Díaz.
Aparte hay otro tema importante que yo creo que es inconstitucional y discriminatorio, lo de Papá Noel: como es gordo, blanco, parece un turista europeo que no sabe vestir y va en trineo tirado por renos, ni le preguntan, y hasta le dejan llegar a las zonas de bajas emisiones en las principales ciudades por ir en un transporte no contaminante.
Bueno salvo para el que pise una de las cagadas de los renos, que deben ser como esculturas abstractas de tres pisos.
Por cierto, en el tema de los Reyes Magos no se ha roto para nada el techo de cristal. No entiendo por qué un año de estos no pueden venir de Reinas Magas unas voluptuosas bailarianas caribeñas. No hemos derrotado al machismo.
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