Ya que hoy es Nochevieja, quiero pedirle al nuevo año varias cosas que siguen pendientes en mi cartera de deseos, y no es porque yo pida poco sino porque, como bien dijo un gran filósofo, “má vale de pedí que de robá”.
En primer lugar, y por supuesto, está lo de Elsa Pataky, a la que ruego que no me vuelva a acosar con llamadas en 2024. Sé que me echa de menos, pero lo nuestro no funcionaría. Aún así, le guardo gran afecto.
En segundo lugar, le pido a 2024 que me muestre el camino hacia el peluquero de Yolanda Díaz porque quiero salir en la tele igual de fantástico que ella, luciendo mechas y diciendo sandeces.
Además, puestos ya a pedir por lo político, quiero que en el nuevo año, Pedro Sánchez cree para mí el MIT, el Ministerio de Inútiles Trincones, cartera en la que yo podría desarrollar todo mi potencial nombrando a mi antojo secretarios de Estado y directores generales a los que exigiría que me pagaran las cañas para demostrar su compromiso con el gobierno progresista.
Por supuesto, como ministro, yo iría más allá de la ley de paridad y solo nombraría a valkirias exuberantes que, vestidas con prendas ínfimas, supieran bailar asidas a una gruesa barra de acero. Para que luego digan que no hay feminismo en este machote.
También le pido al nuevo año que España se convierta en potencia nuclear y nombrar a Irene Montero como ministra de este tipo de armamento. Imagínense la traca de fuegos artificiales que íbamos a tener para las próximas navidades. Inolvidable, seguro.
Finalmente, quiero que 2024 me traiga unos cuantos cientos de litros de laxante de caballos para poder dárselo a todos lo perritos de lengua larga que corretean por mi barrio para que se caguen en sus puñeteras casas en vez de hacerlo en la puerta de la mía. Y, si es posible 2024, dáselo sobre todo a los dueños.
¡Ah!, una cosa más: decirle a mis cucarachas que el próximo año quedan prohibidas las manifestaciones en el salón de la casa que no estén autorizadas por la Delegación de Gobierno, ni podrán acaparar el mando a distancia de la tele. Advierto del uso represivo de fuerzas antidisturbios si episodios similares vuelven a repetirse.
Una cosa es ser progresista y otra la anarquía.
Feliz 2024 a todos los que crean que eso puede pasar.
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