La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Marbella acude al III Encuentro de Asociaciones de Vecinos de Centros Históricos Europeos
Carteles de diferentes asociaciones vecinales que acuden el encuentro de este fin de semana en Madrid.
La asociación marbellí está representada por Carola Herrero, miembro de la junta directiva. El encuentro está estudiando problemas comunes a la mayoría los centros históricos de las grandes ciudades europeas, tales como la ocupación de la vía pública por la proliferación de las terrazas, el ruido o el impacto del turismo de masas.
La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Marbella ha informado a través de un comunicado de prensa de que durante este fin de semana se está realizando un encuentro entre las Asociaciones de Vecinos de los Centros Históricos de las principales ciudades europeas (acuden los representantes de París, Bruselas, Madrid, Roma o Lisboa y así hasta representaciones de más de 80 ciudades).
Junto al resto de asociaciones pertenecientes a la Federación de Asociaciones Vecinales de Centros Históricos de Andalucía (Málaga, Sevilla, Córdoba, Jaén, Granada, Cádiz, Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María) acude, en representación de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Marbella, Carola Herrero, perteneciente a la junta directiva de la misma.
Las actividades del encuentro tienen lugar en el pabellón de los jardines de Cecilio Rodríguez, en el Paseo Uruguay del Parque del Retiro. El Ayuntamiento de Madrid ha puesto el espacio a disposición de las asociaciones.
En este encuentro se están realizando ponencias y talleres sobre retos fundamentales para el futuro de nuestras ciudades, entre los que destacan la habitabilidad de sus centros históricos, la pérdida del carácter del “barrio” vecinal, la pérdida del comercio tradicional, la carencia de planificación de equipamientos públicos e institucionales, la “turistización” (problemas derivados del turismo de masas), el denominado “ocio nocturno” con la música y el ruido como principales condicionantes de la pérdida de la calidad de vida y de las condiciones medioambientales, la proliferación sin control de las terrazas relacionadas con la hostelería (el fenómeno de la “mesificación”), el cómo impulsar iniciativas ciudadanas en las instituciones europeas y el desarrollo de más eficientes vías de comunicación de los problemas vecinales.