Marzo ventoso y abril lluvioso hacen a mayo florido y hermoso, reza el refrán. Aquel año, sin embargo, Eolo tuvo a bien manifestarse en febrero. Y lo hizo con arrogancia, como sólo un Dios puede hacerlo, ignorando el resultado de su prepotencia.
Historias de Municipales
Las más divertidas y curiosas anécdotas recopiladas por un Policía Local de Marbella en sus más de 30 años de servicio y narradas en tono de humor.
Por Amado Ingelmo.
Andrés y Juan se habían detenido en la Plaza de los Naranjos durante su ronda vespertina y observaban el trabajo de tres operarios que, a duras penas, intentaban colocar en la fachada del Ayuntamiento un letrero de bombillas que rezaba “Feliz 1972”.
- ¿Estás listo?- Preguntó Jorge.
- Un momento- respondió Andrés. Estaba escribiendo algo en una hoja que quería parecer oficial.
El tipo era un imbécil. Pero no uno cualquiera. Si existiera un aparato capaz de medir la imbecilidad habría que inventar otro ante la imposibilidad de calibrar tanta tontería.